WILL CUPPY: Ocaso y caída de prácticamente todo el mundo.

Acabo de releer un libro de Will Cuppy, titulado Ocaso y caída de prácticamente todo el mundo. El libro llegó a mis manos hace unos años como regalo de un buen amigo. Cuando recibí el libro era un escritor del que no había oído hablar nunca de él. Lo he vuelto a leer porque era una lectura que tenía pendiente desde un tiempo por la forma de ver a algunos personajes de la Historia. De lectura amena y en clave de humor hace un breve repaso a algunas personas de la Historia. 

Will Cuppy escribe sobre algunos personajes que han sido influyentes a lo largo de la Historia. Lo hace desde una perspectiva irónica, una especie de contra crónica a lo que nos enseñan los libros de Historia, en los que aprendemos a ver a determinados personajes como grandes héroes. Will Cuppy los describe desde un punto de vista socarrón que destaca las grandes "virtudes y logros" que dejaron a su paso. Lo que hace es humanizar a todos ellos. A modo de ejemplo de Alejandro Magno dice: "El imperio de Alejandro se desmoronó enseguida y no quedó nada de su obra, salvo que la gente a la que había matado siguió muerta. No consiguió nada muy constructivo. Es cierto que cortó el nudo gordiano en lugar de desatarlo según las reglas. Fue una cosa tonta, pero el nudo gordiano en sí mismo era bastante tonto. También introdujo la berenjena en Europa".

Me ha llamado la atención, el capítulo que Will Cuppy dedica a Atila, Rey de los Unos, lo empieza así: "Atila, rey de los hunos, era la peste, pero hay muchos. No hay que acusarle de todos los problemas que usted tiene, porque la mayoría son culpa suya, y cuando antes se dé cuenta de ellos mejor". 

La anterior cita sirve de lección a todos nosotros cuando no paramos de poner excusas y echar las culpas al mundo cuando nos sucede algo que no es de nuestro agrado. La mejor forma de avanzar es reconocer los problemas y tratar de resolverlos cuando antes.

Me ha hecho reflexionar mucho el epílogo del libro porque Will Cuppy debió ser un tipo con mucho talento e imagino que grandes cualidades para escribir. Esta obra publicada a título póstumo, acabada por su albacea literario Fred Feldkamp, es considerada por la crítica su mejor obra. Produce tristeza que una persona con tanto talento no pueda disfrutar del éxito mientras vive. 

A continuación transcribo unas palabras del epílogo en las que nunca deberíamos caer. "Cuppy se retrataba a sí mismo como el juguete torturado del destino e incluso postulaba un incansable y ubicuo movimiento pro odio a Cuppy que siempre le ponía la solvencia al alcance de la mano y hacia que desastres como la caída del mercado de valores de 1929 y el bombardeo de Pearl Harbor tuvieran lugar justo cuando sus libros aparecían, de forma que todo el mundo estuviera demasiado preocupado para comprarlos". 

Acabado releyendo hasta tres veces el epílogo para tratar de no caer en los errores de Cuppy. Aprendo que tenemos que aprovechar nuestras cualidades en vida, disfrutar de ellas y aprender del humor irónico con que el Sr. Cuppy escribe este libro.



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