UN HOMBRE SABIO.

Hace unos quince años conocí a una magnifica persona. Desde entonces mantengo muy buena relación con él. Nunca le he preguntado lo que estudió porque aprendió, y sigue aprendiendo, mucho más de lo que estudió. Se le podría definir de muchas maneras. La definición correcta es que es un HOMBRE SABIO. Vayan estas palabras dedicadas a él y a toda esa gente que con una sabiduría, innata y popular, no está valorada como debiera.

Es un magnífico profesional, siempre saca una sonrisa al cliente. Colabora al máximo para que los proyectos salgan adelante. Hombre educado y de palabra. Busca soluciones y no pone excusas. Persona con la que da gusto trabajar a su lado.

Es un placer compartir un almuerzo, una llamada telefónica, una breve reunión con él. Tienes que estar siempre muy pendiente de lo que dice, particularmente cuando habla de alguna persona. Todas sus palabras tienen un profundo significado, la mayoría de las veces metafórico y muy cierto. Su forma de hablar es peculiar, sencilla, como si no dijera nada y lo dice todo.

Cito a continuación algunas frases suyas para que cada uno interprete como crea conveniente.

- Peligro !! exceso de gallos en el corral. 

- Estoy muy resfriado, necesito antibiótico. 

- El problema de las personas es que casi todo tiene operación menos la cabeza.

- Si ese/esa va al cielo, yo quiero ir al infierno.

- Si no sabemos dónde está arriba, tenemos los pies en el suelo???

La sentencia más emblemática es cuando dice: ESE/A ESTA COJO/A. Cuando esas palabras salen de su boca puedo afirmar que lo mejor es no acercarse a la persona a la que está mentando. Esa persona es una fuente segura de problemas. Me lo ha comentado en varias ocasiones y más pronto que tarde ha sucedido lo que predijo. Ese es su principal DON, identificar a las personas. Lo increíble es que lo hace a través de una breve conversación. Dice que la clave para la correcta identificación está en la mirada. Lo curioso es que el porcentaje de acierto suele ser casi del 100%. Desde que lo conozco, trato de imitar ese aspecto, he aprendido bastante pero por desgracia para mi no estoy a su nivel.

Si reflexionamos un poco, todos conocemos gente normal, del día a día, que sin alardear tienen una capacidad de colaborar y resolver problemas que no valoramos, o mejor dicho, no queremos valorar por puro egoísmo, por miedo a su capacidad, porque probablemente somos incapaces de reconocer que son mejores que nosotros. En definitiva, porque tenemos miedo de su potencial.

Después de conocer gente así, tan válida y tan sabía, gente anónima, personas muy íntegras, claras, eficientes, con mucho sentido común, ése que parece hemos olvidado que existe. Uno se para a pensar y se da cuenta, que por alguna razón o causa, lamentablemente, los mejores no están donde debieran.

Comentarios

  1. Pero este tipo de personas hace del mundo un lugar más amable, sin duda, Ximo. Y tú eres una de ellas

    Un fuerte abrazo de un argandeño confinado y enamorado de la vida

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  2. Escribes igual que hablas y hablas igual que piensas... Luego... Sigue... Tio Grande.

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