ADOCTRINAMIENTO TECNOLOGICO

La facilidad de acceso al mundo digital hace que todos podamos disponer de él. Hoy en día dependemos totalmente de la tecnología. Sin ella ya no podemos vivir. Nos facilita mucho las cosas en casi todos los aspectos de nuestra vida, aunque no somos conscientes del precio que pagamos. Siempre que entramos en una web te "invitan" a aceptar unas cookies. Cuando las aceptamos, firmamos un contrato del que no sabemos su contenido. Lo cual significa que les damos la razón antes de empezar a navegar.

Las empresas digitales se encargan de redactar largos contratos de cookies cuyo objetivo principal es que no tengamos ánimo suficiente para leerlos, que los aceptemos sin más, y así apropiarse de toda la información que les proporcionamos sobre nuestras vidas de una manera legal. Para comprender cada contrato de cookies que se nos pide aceptar diariamente deberíamos tener un abogado a nuestra disposición, lo cual es totalmente inviable. 

La tecnología ha logrado crear una adicción al AHORA y al no saber esperar. No somos capaces de estar dos horas sin teléfono móvil. Continuamente y, prácticamente en tiempo real, nuestros dispositivos están llenos de alarmas que nos informan de todo y hacen que estemos pendientes de ellos. El fin de esta dependencia es el adoctrinamiento silencioso que estamos recibiendo para intentar dirigir nuestra conducta en la dirección que interesa a unas cuantas empresas que viven de los datos que les proporcionamos.

El mayor problema lo tienen los más jóvenes, particularmente los llamados de la generación Z, que son los nativos digitales, porque ellos sí están recibiendo el adoctrinamiento desde pequeños a través de juegos virtuales, y de todo tipo de dispositivos que les proporcionamos a una edad, tal vez, demasiado temprana. Este acceso prematuro a la tecnología los hace fácilmente manejables y ya se les está forjando una educación y personalidad que probablemente no sean las más adecuadas. 

Sin darnos cuenta y con una gran rapidez, la digitalización nos ha absorbido, a nuestros hijos y a nosotros mismos, de tal manera, que paulatinamente, hemos perdido la capacidad crítica hacia ella. Ha logrado "enseñarnos" que es lo mejor, que todo son virtudes pero sólo han contado la parte de verdad que les interesa. Lo que pasa con nuestros datos, con nuestra adicción, que es donde tienen su negocio, no sale nunca a la luz. Tal vez debiéramos empezar a plantearnos alguna forma de protesta al respecto.

La tecnología nos vigila continuamente, cambia nuestros hábitos en aras a la "evolución", si bien es cierto, que tiene su parte positiva. Estas empresas sólo nos venden la democratización y las bondades de la tecnología como un bien común para todos que es lo que debería ser. Pero realmente lo que hacen, y muy bien planeado, es un adoctrinamiento tecnológico que nos lleva a una dependencia desmesurada de lo digital con la intención de moldear nuestro comportamiento.

Comentarios

  1. Así es, somos carne de cañón ante este adoctrinamiento. Muy pocos paran a reflexionarlo... y es tarea de todos aprender a utilizarla de manera que sea útil, que nos haga más cómodo y rápido nuestro trabajo, pero no nos olvidemos de levantar la cara de la pantalla para ver a nuestro alrededor. Que la mantengamos a nuestra disposición, y no nosotros a disposición de ella!

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