AQUELLA COMPAÑERA DEL INSTITUTO.

Esta semana, tuve la agradable sorpresa de coincidir en una Notaria con una compañera del Instituto. No nos habíamos visto desde que salimos de él. Después de tantos años nos costó un poco reconocernos. Cuando la vi tuve esa extraña sensación de que conoces a una persona y no acabas de ubicar su cara en un lugar concreto. Lo último que sabía de ella es que se fue a estudiar Derecho. 

Al reconocernos nos saludamos y estuvimos hablando unos minutos. De repente me vino a la memoria su imagen de estudiante aplicada. Algunos la veíamos como empollona cuando la verdad es que era una chica de lo más normal. Con el paso del tiempo, comprendes que esa percepción sobre algunas personas es totalmente errónea y el que está equivocado eres tú. Ella era disciplinada, trabajadora y buena compañera.

Desde la perspectiva que te regala el tiempo, te das cuenta que nos ganaba a la mayoría en madurez, determinación y, lo más difícil, tenía muy claro lo que quería ser. Me dijo: "tenía muy claro que quería ser abogada. A algunos del curso os veía bastante desorientados, probablemente eráis y sois más inteligentes que yo" (personalmente tengo serias dudas de que sea así). Ella aprendió y aplicó que el esfuerzo y la constancia siempre obtienen un mayor premio.

Se licenció en Derecho. Fue contratada por una conocida empresa hasta el día de hoy. Ha llegado a un cargo de responsabilidad muy bien remunerado. Mi sorpresa fue cuando comentó porque estaba en la Notaria, fue a firmar unos documentos por haber decidido dejar de trabajar en esa empresa para dedicarse a un nuevo trabajo que va a desarrollar por su cuenta. 

Su planteamiento es el siguiente: "He llegado a un momento de mi vida que quiero ir a mi aire y abandonar la exigencia del puesto actual. A nivel económico y profesional me siento privilegiada, ahora bien, personalmente, he sacrificado mucho, sobre todo a nivel familiar y de amistades. Necesito hacer algo diferente para sentirme bien conmigo misma." Y añade: "pasa el tiempo, la vida es bonita con el INCOVENIENTE que pasa rápido y con los años se acorta. He oído a demasiadas personas eso de que si me fuera a morir haría esto o aquello. Me gustaría que no me pasara eso. Me haría feliz el saber que si me quedara poca vida podría vivirla con la normalidad del día a día por haber hecho esas pequeñas cosas que siempre dejamos para más adelante".

Por lo que vi, toda la entrega, aplicación y disciplina de su época de estudiante las mantiene intactas. A partir de ahora, sin ninguna duda, las utilizará en su nuevo proyecto personal y profesional. Supongo que le acompañara la suerte, más que por azar por haber hecho todo lo posible para tenerla. Destacaría el aplomo que tenía y, sigue teniendo, aquella compañera del Instituto. Persona de notable integridad y buen ejemplo a seguir.

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