ESE HOMBRE DE NEGRO
Acudo con unos amigos a un concierto de Loquillo. Velada espléndida por poder compartir la actuación con la buena compañía. Curiosamente cuando te reúnes con los amigos de toda la vida, parece que el tiempo no haya pasado y te sientas casi como un adolescente. Menos mal que no hablamos de demasiados recuerdos. Esto ahora no viene al caso. Lo de hoy es ese hombre de negro pisando un escenario.
Hacía tiempo que no veía un evento en directo de este Loco muy cuerdo. Hoy, desde la distancia que marcan los años, vi sobre el escenario un tipo seguro, con valentía reivindicativa, un personaje creado a lo largo de los años -todos durante nuestra vida vamos diseñando el propio personaje con el que los demás nos identifican-. Envidio a los privilegiados que pueden disfrutar de una charla distendida con el susodicho frente a un Bourbon y algún cigarro entre medias.
Dominó el escenario con pasmosa seguridad, sosegado, marcando las pautas sobre una audiencia que sabía entregada. Por las noticias y hechos sobre él que he ido acumulando -no demasiados- más que un concierto me parecía que estaba frente a una persona en la que ese control sobre el escenario es el reflejo de su forma de vivir en la vida. No debe ser nada fácil ser un catalán que vive en el País Vasco (hechos objetivos) y tiene una banda de Rock and Roll española palabras estas últimas que salieron de su boca.
Durante el concierto, en algunas breves pausas, trataba de imaginar a la persona fusionada en el personaje. Vi en él, un conglomerado de artista, poeta, compromiso, reivindicación, aspectos que, supongo, dimanan de una personalidad arrolladora. Alguien que defiende la libertad en su plenitud, sin crear falsas expectativas, ni abanderarse en ellas para imponer ideas o control sobre demás. Más que ante un cantante nos encontramos ante un sujeto de ideas claras que intenta transmitirlas a la sociedad.
La gente de este tipo, se convierte en un ser incómodo para algunos. Decir la verdad y luchar por la justicia suelen desembocar en problemas que se vuelven contra uno mismo. A pesar de ello sigue con su lucha y seguirá mientras le queden fuerzas. Lo definiría como un artista de la vida, SIN COMPLEJOS, del que tendríamos que tomar nota de su integridad.
Fue un placer disfrutar hora y media de ese hombre de negro. Hace tiempo que no visto de negro, aunque mi corazón sigue vistiendo de negro frente a la degradación tanto intelectual como de comportamiento que va modelando la sociedad actual. Sirvan estas palabras como un grano de arena contra ella. Como dice una canción de Loquillo: "quiero enseñar un arco iris al cantar, pero en mi espalda cae la oscuridad, y hasta que la luz no brille de verdad, voy de negro, de negro verás".
Cierto que es un artista auténtico como los de antes. Sus letras son muchas veces políticamente incorrectas y hoy día no le dejarían publicarlas la dictadura del buenismo
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