ESPIRITUS INDOMABLES.
Soy bastante seguidor del Tour de Francia. Tengo la suerte de contar con Manolo que sabe mucho de competiciones ciclistas del que siempre aprecio sus comentarios. Como muchos saben, el Tour acaba de terminar y ha ganado un joven llamado Pogacar. En él, han destacado, junto con Pogacar, algunos otros jóvenes ciclistas, espíritus indomables, que por su irreverencia han derrotado ese ciclismo de control al que estábamos acostumbrados en el pasado reciente.
Me comentaba Manolo que en la última década el Tour ha estado dominado por un equipo que lo tenía todo planificado y marcaba las pautas de la carrera convirtiéndola en algo "predecible". Manolo, esta forma de correr, la compara con la sociedad de estos últimos años que se ha regido cada vez más por las directrices del poder económico-tecnológico que no quiere dejar nada al azar y trata de marcar unas pautas de comportamiento amparadas por unos dirigentes condescendientes con ellos hasta la fecha.
En el ciclismo actual todo está muy medido. Determinada tecnología, controla los vatios, las pulsaciones, la potencia y otras singularidades que afectan al corredor. Luego encontramos la vigilancia que marcan los directores de equipo y la comunicación a través de los pinganillos. En este Tour se ha visto como algunos corredores se han "revelado" a este sistema y han competido más por instinto o sensaciones. Unas veces les saldrá bien, otras mal, aunque siempre será de admirar la valentía de estos tipos sin ningún miedo a la derrota.
Sería interesante que nos volviéramos críticos contra el poder establecido, especialmente los jóvenes. Estos cada vez están más imbuidos por un modo de vida que los tiene abducidos. Una juventud que va perdiendo su dignidad y libertad por el control que se ejerce en la vida actual. La irreverencia citada al inicio SÓLO se alcanza a través del trabajo, identidad, sacrificio y esfuerzo. Principios imprescindibles para aprender a leer y entender el entorno actual. Una vez entendido su funcionamiento ya nos podemos enfrentar a él.
Esperemos que estos ciclistas que ha descubierto este Tour sirvan de ejemplo para nuestros jóvenes, ayudándoles a ser reivindicativos, a forzar el cambio, a alcanzar la plenitud como personas. Que se conviertan en espíritus indomables para luchar contra lo ya establecido cuando no sea justo, porque la parte dominante de esta sociedad lo que está buscando es la sumisión de todos para repartirnos sus migajas. Posiblemente esta lucha que hemos evitado los de mediana edad, amparados por una falacia de estado de bienestar, tiene bastante que ver con lo que pasa en la actualidad.
Comparto contigo que la sociedad de consumo (planificado) de las grandes empresas + las siniestras redes sociales hace que los jóvenes y no tan jovenes consuman sus productos y servicios en plan borrego sin cuestionarse que es lo que realmente uno quiere.
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