NO LO SE.

Disponemos de una gran cantidad de información a nuestro alrededor, que creemos nos permite conocer y autorizar para hablar de cualquier tema en profundidad como si fuéramos entendedores del mismo. Buen ejemplo de ello es el "conocimiento" alcanzado por muchos de nosotros sobre el COVID hablando como si fuéramos expertos. Es fácil entender que los profesionales de la medicina tienen unos conocimientos muy superiores al resto y es en los que habría que confiar en este caso.

Al tener acceso a tantas referencias parece que todo se puede saber. La cantidad de información puede convertirse en un bosque que nos impida alcanzar el horizonte. Labor nuestra es evitar la entrada en ese bosque y si estamos dentro, que es lo más probable, buscar la salida se convierte en imprescindible para evitar todas las interferencias posibles. 

El alcance a tanto conocimiento facilita que hablemos y opinemos sin el entendimiento adecuado sobre diferentes temas. Esto nos lleva a la equivocación de hablar sin percatarnos del alcance de nuestra sapiencia pensando que nos pueden dar mayor protagonismo o apariencia de saber. Cuántas veces ha pasado por nuestra mente eso de: no tiene ni idea de lo que está diciendo, eso es una tontería ... o frases de ese estilo.

En determinados momentos, puede venir bien aprovechar la información a nuestra disposición. Ahora bien, cuando lo hacemos debemos tener claro nuestras carencias respecto a algún  particular. Las ideas que alcancemos serán muy básicas con lo que es aconsejable, si el asunto es importante, acudir a un profesional que sí pueda prestar una ayuda cualificada.

Recibo excelentes lecciones, y las asumo con mucho aprecio, de gente que reconocen no saber sobre determinados asuntos aceptándolo con total naturalidad. Me sorprende que estas personas tengan muy claro a quién acudir para que les resuelvan ciertos asuntos. Tener la inteligencia para aceptar que nuestro conocimiento es limitado es señal de madurez y humildad que denota estar ante alguien con quien vale la pena intercambiar momentos porque seguramente podremos sacarles mucho provecho.

La experiencia me ha enseñado que lo mejor que se puede hacer cuando te preguntan algo que no sabes o no puedes hacer es decir la verdad. Ante tal situación la solución ideal la definen tres palabras: no lo sé. Es una respuesta honesta convirtiéndose en la mejor manera de ayudar al que pregunta sin crearle falsas expectativas para resolver algo que no se es capaz.

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