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ESPIRITUS INDOMABLES. Soy bastante seguidor del Tour de Francia. Tengo la suerte de contar con Manolo que sabe mucho de competiciones ciclistas del que siempre aprecio sus comentarios. Como muchos saben, el Tour acaba de terminar y ha ganado un joven llamado Pogacar. En él, han destacado, junto con Pogacar, algunos otros jóvenes ciclistas, espíritus indomables, que por su irreverencia han derrotado ese ciclismo de control al que estábamos acostumbrados en el pasado reciente. Me comentaba Manolo que en la última década el Tour ha estado dominado por un equipo que lo tenía todo planificado y marcaba las pautas de la carrera convirtiéndola en algo "predecible". Manolo, esta forma de correr, la compara con la sociedad de estos últimos años que se ha regido cada vez más por las directrices del poder económico-tecnológico que no quiere dejar nada al azar y trata de marcar unas pautas de comportamiento amparadas por unos dirigentes condescendientes con ellos hasta la fecha. En el ci...
ESE HOMBRE DE NEGRO Acudo con unos amigos a un concierto de Loquillo. Velada espléndida por poder compartir la actuación con la buena compañía. Curiosamente cuando te reúnes con los amigos de toda la vida, parece que el tiempo no haya pasado y te sientas casi como un adolescente. Menos mal que no hablamos de demasiados recuerdos. Esto ahora no viene al caso. Lo de hoy es ese hombre de negro pisando un escenario. Hacía tiempo que no veía un evento en directo de este Loco muy cuerdo. Hoy, desde la distancia que marcan los años, vi sobre el escenario un tipo seguro, con valentía reivindicativa, un personaje creado a lo largo de los años -todos durante nuestra vida vamos diseñando el propio personaje con el que los demás nos identifican-. Envidio a los privilegiados que pueden disfrutar de una charla distendida con el susodicho frente a un Bourbon y algún cigarro entre medias. Dominó el escenario con pasmosa seguridad, sosegado, marcando las pautas sobre una audiencia que sabía entregada. ...
ESTA ESCRITO. Hace años conocí a un valenciano que vivía en Amiens. Aprendí cosas interesantes de él. Un tipo de ideas muy claras y objetivos definidos. Tenía, entre otras virtudes, la capacidad de aventurar sucesos futuros sabiendo descifrar lo acontecido en el pasado. Cuando se cumplía su predicción (la mayoría de las veces) su respuesta siempre era la misma: ESTÁ ESCRITO. Al escuchar su razonamiento se apreciaba la congruencia del mismo. Estas palabras las utilizo alguna vez y desde entonces están flotando en mi memoria. Seguramente hemos llegado a un momento en que todo conocimiento o hecho acaecido a lo largo de la Historia está escrito y guardado tanto física como virtualmente. Y lo que se va descubriendo o sucediendo se encuentra en la misma tesitura. Prueba de ello, es que podemos encontrar información sobre cualquier asunto. A pesar de tener toda esta información las actitudes frente a los hechos por parte de la raza humana suelen ser las mismas siendo muy conocidas sentencias...
APRENDER A ESCUCHAR. Estuve en una reunión en la que una persona le dijo a la otra que no la escuchaba (la cortaba constantemente y hacia suposiciones sobre el asunto sin llegar a conocer la realidad de la pregunta) y así era imposible obtener una respuesta coherente. Sabemos que no es lo mismo oír que escuchar. Escuchar es PRESTAR ATENCION a lo que se oye. La pregunta es ¿sabemos/queremos escuchar? Estoy convencido que muchas veces no. Pensemos, si en una conversación o cuando nos hacen una pregunta, realmente estamos escuchando todo el planteamiento sin interrumpirlo y, lo que es más importante, tratamos de entender correctamente lo que nos están diciendo. Si al hablante lo hemos dejado expresarse y hemos entendido su exposición tenemos los argumentos para dar la respuesta adecuada de la forma más objetiva posible. Muchas veces, inconscientemente o por impaciencia, damos una contestación precipitada y subjetiva porque no esperamos a que nuestro interlocutor acabe su explicación. En e...
NO LO SE. Disponemos de una gran cantidad de información a nuestro alrededor, que creemos nos permite conocer y autorizar para hablar de cualquier tema en profundidad como si fuéramos entendedores del mismo. Buen ejemplo de ello es el "conocimiento" alcanzado por muchos de nosotros sobre el COVID hablando como si fuéramos expertos. Es fácil entender que los profesionales de la medicina tienen unos conocimientos muy superiores al resto y es en los que habría que confiar en este caso. Al tener acceso a tantas referencias parece que todo se puede saber. La cantidad de información puede convertirse en un bosque que nos impida alcanzar el horizonte. Labor nuestra es evitar la entrada en ese bosque y si estamos dentro, que es lo más probable, buscar la salida se convierte en imprescindible para evitar todas las interferencias posibles.  El alcance a tanto conocimiento facilita que hablemos y opinemos sin el entendimiento adecuado sobre diferentes temas. Esto nos lleva a la equivoca...
NO TENGO TIEMPO. El tiempo es un "ser" realmente curioso. Siempre avanza, cada segundo que pasa ya no disponemos de él y lo restamos a nuestra vida. Por lo tanto, el tiempo ES LIMITADO lo que lo convierte en un  preciado recurso. A veces pensamos que el dormir menos nos da más tiempo. Lo cual no es cierto porque para disfrutarlo el cuerpo y la mente necesitan el descanso adecuado. Palabras muy típicas de la vida actual son: no tengo tiempo. Esta respuesta denota carencia. Al estar el día reducido a un horario aparece un problema de gestión o, más bien, de elección y elegir qué hacemos nunca es tarea fácil. La escasez del recurso nos puede llevar a escoger apresuradamente, centrándonos en el momento, sin dejarnos ver el horizonte hacia donde queremos dirigir el camino de la vida.  Para la resolución del problema hay que detectar por dónde se nos va el tiempo. Cuando empezamos con alguna tarea estamos rodeados de enemigos que nos dificultan el desarrollo de esa misión de manera...
EL TIEMPO AVANZA (II) Decidimos dirigimos a casa de Tiburcio, el Pastor. Frente a la puerta había un Sr. mayor sentado estratégicamente de espaldas al Sol con la mirada fijada hacía el infinito, pensativo. Lo saludamos, una rápida mirada escrutadora delató que no éramos gente para él conocida. Le preguntamos por Tiburcio y nos dijo que era él. Me presenté, recordaba con cariño a mi abuelo, al que definió como un hombre de noble, de agradable conversación y buen compañero. Su semblante se volvió enérgico, y su voz firme recordándome al hombre omnipotente al que conocí, capaz de todo, de encender un fuego, de hacer un guiso, de gobernar el pueblo. Llamó a su mujer Consuelo y nos invitaron a pasar.  Al entrar empecé a recordar cómo era la casa, apenas había cambiado. El denominador común de esa visita siempre era el mismo: todo era mucho más pequeño de lo que recordaba. En el momento que entramos sabíamos que la tarde iba a ser larga. Así fue. Nos contaron historias por momentos melan...